Buenos días Yolanda.
En absoluto es una pregunta superficial, las fiestas son (antropológicamente) un eficaz sistema identatario grupal, un tiempo y espacio en el que las rutinas y problemas quedan atrás, para dar paso a las interrelaciones personales y al ocio. El ruido y el fuego forman parte ineludible de nuestra fiesta y por lo tanto de nuestra cultura. El ruido y el fuego se convierten para el Alicantino en una emoción compartida que reafirma nuestra identidad y pertenencia.
Y después de este "ramalazo" antropo-filosófico, paso a responderte:
Si bien es cierto que el feto desarrolla tempranamente su sentido del oído, luego va a percibir el intenso ruido producido en las mascletas, también es verdad, que la intensidad del sonido que el va a recibir estará muy atenuada por las múltiples cubiertas abdominales (piel, grasa, músculo, peritoneo, útero, saco amniótico y liquido amniótico), luego no debes de tener ningún temor en dañar su agudeza auditiva por un traumatismo sonoro. En cualquier modo, no te preocupes si percibes algún que otro movimiento brusco de tu hijo en respuesta al estimulo auditivo.
Por otro lado, no debemos que tener en cuenta solo la intensidad sonora, también es importante valorar las vibraciones producidas en cada explosión, y para evitar (aunque el riesgo sea ínfimo) una hipotética rotura prematura del saco amniótico o desprendimiento prematuro de la placenta, es aconsejable que disfrutes de la fiesta a una distancia prudencial.
Atentamente.