Muchas gracias Antonio y a vosotras por tranquilizarme en aquel momento y aclarar mis dudas. Al final Mar nació el 10 de octubre como estaba previsto, y me gustaría dejar aquí mi experiencia.

Llegué con casi 3 cm de dilatación (benditas caminatas y todo lo demás...) y el cuello bastante maduro, con lo cual fue romperme la bolsa, ponerme el gotero de oxitocina y empezar unas contracciones estupendas q me llevaron a 6 cm enseguida. Las respiraciones ayudan muchísimo a sobrellevar las contracciones, yo las pasé bastante bien. La matrona me decía "¿te ponemos ya la epidural?" Y yo... "Pues no sé, ¿cuándo se suele poner? ¿Aguanto algo más?".

El caso es q me bajaron al paritorio y me pusieron la epidural, ahí dejé de sentirlas, aunque seguía con unas contracciones de parto estupendas. Pero la peque no bajaba. Yo casi en dilatación completa y la niña en 2º plano, venía de frente y no había manera de que bajara, hice un par de pujos para ver, pero nada.

Así que hablando hablando con el ginecólogo y la matrona, habían decidido esperar algo a ver si la niña se daba la vuelta pero de repente me dijeron: "Cambio de planes. Ha bajado algo el ritmo cardiaco de la niña, así que no pasa nada, vamos a hacer una cesárea".

Ahí se me vino el mundo encima y recuerdo que sólo lloraba y preguntaba: "¿Pero qué tengo que hacer". Jajaja, ¡tenía tan claro cómo empujar pero no sabía nada de la cesárea! La cesárea era precisamente ese capítulo de los libros y esos artículos de las revistas que ni me había mirado... así que iba bastante asustada. La cara de mi chico también era un poema cuando me sacaron del paritorio... Evidentemente, allí todos se divirtieron con mi pregunta y me tranquilizaron diciéndome que sólo tenía que no llorar para que no fuera ésa la cara que me viera la niña al nacer...

Y en cinco minutos mi niña vio la luz, llorando, grandota y estupenda. Habían pasado 4 horas y media desde la rotura de la bolsa. Eso sí, la peque venía con media vuelta de cordón al cuello y por la carita, que era lo que le había impedido bajar. 20 minutos en la sala de recuperación y a disfrutar de la niña. Pensaba que lo de la cesárea iba a ser una pesadilla, pero estoy contentísima de cómo transcurrió todo y de cómo ha sido la recuperación. Pero eso es capítulo aparte.

Un saludo y de nuevo gracias. Y un recordatorio para las futuras mamis: como señalaba Antonio antes, la duración del parto depende de las condiciones en que llegue nuestro cuello uterino. Jamás dejaré de agradecer las caminatas de dos horas diarias al final de la gestación, ni todos los demás consejos para favorecer la dilatación.

Sobre todo temía sufrir un parto largo, que llegara a agotarme, pero reducido a 4 horas se pasa en un santiamén, y más con las respiraciones y la epidural. Sinceramente, se me hizo corto, aunque suene raro. Claro, que también influirían las ganas de ver a la recién llegada... Ésta es su primera foto:

Eva María, recibe mi más cordial enhorabuena.