Buenos días Maryjo.
Paso a responderte:
Las verduras y patatas. Se irán introduciendo a partir de los 6 meses por su aporte de sales minerales. Sin embargo, se deben evitar al principio las verduras con alto contenido en nitratos, como remolacha, espinacas, acelgas y nabos (incluso si son de cultivo biológico cuya concentración de nitratos es menor que las de agricultura intensiva) y una vez introducidas no se darán diariamente. No debe aprovecharse el agua de cocción de estas verduras.
Al inicio, también se recomienda evitar las flatulentas (col, coliflor, nabo) o muy aromáticas (puerro, espárragos).
Las verduras a utilizar, para la introducción de la papilla, son las no mencionadas hasta aquí, y especialmente recomendables son la patata, judías verdes y el calabacín. Estas deben cocerse con poca agua y en este caso si se puede aprovechar el caldo de cocción, en el que quedan disueltas parte de las sales minerales. Conviene añadir una cuchara de postre de aceite de oliva al puré, pero no debe añadirse sal.
Carnes. Preferiblemente las menos grasas, empezando por el pollo (nunca antes de los seis meses salvo indicación pediátrica), en una cantidad de 10-15 gramos por día y aumentando 10-15 gramos por mes, hasta un máximo de 40-50 gramos, mezclada y batida la carne con patata y verduras. Posteriormente se introduce la ternera, el cordero y otras. Aportan proteínas de alto valor biológico, lípidos, hierro, zinc y ciertas vitaminas. Las vísceras (hígado, sesos, etc.) no tienen ventajas sobre la carne magra y aportan un exceso de colesterol y grasa saturada.
Pescados. Nunca comenzar antes de los nueve meses debido a su mayor capacidad de provocar alergia, y si el bebé tiene antecedentes familiares de alergia, incluso hasta pasado el año de edad. A partir de esta edad, el pescado puede sustituir a algunas tomas de la carne. Es conveniente empezar por pescados blancos como merluza, lenguado, rape, gallo, siendo extremadamente cuidadosos con las espinas.
Atentamente