PARTO SIN EPIDURAL Y CON CALCETINES

PARTO SIN EPIDURAL Y CON CALCETINES

de Veronica Dominguez Donaire 253 -
Número de respuestas: 1

Semana 41 y yo sin parir... día tras día yendo a gimnasia, estimulando y nada, pero cuando Andrea se decidió a salir, recordé lo que Antonio nos había dicho: en un segundo hijo no se va a caminar más de una hora. Pues yo no me fui ni una hora, eso sí, estuve en casa, aguantando las contracciones, esperando a que fueran rítmicas, sin monitor, adoptando las posturas que me fueran más cómodas y segura de que el parto sería largo tal y como me habían dicho en el hospital horas antes, cuando fui tras tener contracciones no rítmicas y estar dilatada de 2cm.

Sin embargo, cuando por la noche tuve contracciones rítmicas, en lugar de marcharme al hospital, decidí esperar media horita más pero ya fue tarde... nos marchamos corriendo porque de pronto sentí que se salía la cabeza y ya no podía caminar. Llegamos a Vistahermosa en cuestión de 3 minutos, la matrona llamó a mi gine para decirle que estaba de 8 casi 9cm... ¡no me lo podía creer! Yo pedí epidural pero ya, ni epidural, ni monitor, ni pulsiómetro, ni enema, ni rasurado, ni nada de nada...

Me desnudaron las enfermeras, me bajaron corriendo por los pasillos a paritorio y yo respirando para aguantar las contracciones. A mi marido se lo llevaron a vestir pero todo fue tan rápido que no había más que el pijama para él: ni gorro, ni zapatillas, ni nada... Yo tampoco llevaba gorro, más que el pijama y nadie se acordó de ¡quitarme los calcetines! Lo del campo estéril con calcetines.... ni siquiera me tomaron una vía porque no había tiempo: ya estaba ahí la cabecita. Era tal el dolor que sentía que no recordaba cómo tenía que respirar y fue fundamental la ayuda de mi marido diciéndome: acuérdate de romper el cinturón, tira de barras. Tan fuerte tiré, que saqué una de las barras de la camilla.... mira si te hice caso en eso Antonio...

Eso sí, empujé bien, largo, largo, largo, más, más, más, cara azul como los pitufos... todo lo que me pedían pero hubo un momento en el que no pude contener un grito de dolor justo en el momento en el que estaba saliendo la cabeza... y en 10 minutos y 5 empujones literales, Andrea estaba sobre mi, con sus 2,680 grs y 45cm, mamando tal y como Antonio nos aconsejó. Lloré de emoción al tenerla ya en mis brazos y sentir cómo se deslizaba su cuerpo al salir de mí, el cordón, la placenta... sentí absolutamente todo. Era Jueves Santo y sin duda tuve mi Semana Santa de Pasión...

Gracias Antonio por los consejos y por repetirnos una y otra vez que no vayamos concienzadas con la epidural, porque no siempre se puede poner... te aseguro que me derrumbé cuando me dijeron que no había tiempo, pero ahora, veo que ha tenido sus ventajas porque el parto ha sido muy rápido, mi gine y la matrona me ayudaron una barbaridad y porque no me hicieron episiotomía y eso, es un lujazo sobre todo conociendo el dolor de ésta del parto de mi primer hijo...

Ahora, a disfrutar de mis dos niños.

Verónica