Vitamina D y embarazo

Cualquier usuario en el mundo
Editado por Antonio Penalva Lozano, viernes, 20 de octubre de 2017, 11:30

La vitamina D tiene una función directa sobre el metabolismo óseo pero también tiene un papel muy relevante en nuestra inmunidad, reproducción, secreción insulínica, etc. Pero ésto no es todo, mantener un nivel adecuado de vitamina D durante el embarazo es esencial pues ayuda a prevenir la preeclampsia, los partos prematuros, la diabetes gestacional y los fetos con bajo peso al nacimiento. Al tiempo, facilita un correcto desarrollo osteo-muscular fetal y previene problemas óseos futuros en la madre como pueda ser la osteoporosis.

Los humanos disponemos de dos grandes fuentes de vitamina D que son la dieta y la luz solar:

-Dieta: pescados grasos, aceite de hígado de pescado, huevos, leche entera y los derivados lácteos.

-Luz solar: nuestra piel sintetiza vitamina D cuando es expuesta al espectro de luz ultravioleta solar.

Según la OMS, las necesidades de vitamina D durante el embarazo están entre 5 y 10 μg/día (200- 400 UI/día). Con una dieta adecuada y exposición correcta de nuestra piel a la radiación solar debería de ser suficiente para satisfacer las necesidades de vitamina D de la mujer embarazada. El problema radica en conocer qué tiempo de exposición solar sería el adecuado en función de la latitud y longitud en la que nos encontremos. Un estudio llevado a cabo en Australia a una latitud y longitud equiparable a España (45º latitud sur equivalentes a los 42º norte de España), mostraba como era necesario tomar  7 minutos de sol al día durante el verano o 35-45 minutos 3 veces a la semana durante el invierno con al menos un 20% del cuerpo descubierto y sin protección (evitando las horas centrales del día). Estas dosis de sol son saludables y recomendables.

Pues bien, a pesar de nuestra dieta mediterránea y de las muchas horas de luz solar de las que disfrutamos en España, según el estudio "Prevalencia de deficiencia e insuficiencia de vitamina D y factores asociados en mujeres embarazadas del norte de España" publicado  en la revista Nutrición Hospitalaria en 2015, un 62,7 % de las embarazadas estudiadas tenían niveles de vitamina D considerados deficientes o insuficientes. El problema resultaba ser más agudo durante los meses de octubre a mayo, en gestantes con sobrepeso y obesidad y en las más jóvenes. Además el problema no es exclusivo del norte del país, en la cuenca mediterránea también vemos con frecuencia embarazadas con esta carencia, y es que, nuestra evolución como especie no tenía previsto que trabajáramos y nos desplazáramos bajo techo al igual que tampoco "calculó" el uso de los fotoprotectores.

De aquí se deriva la necesidad por parte de los profesionales de educar y motivar correctamente a la embarazada y su entorno en hábitos correctos que garanticen el aporte necesario de este oligoelemento. En caso de objetivar su carencia o sospechar el incumplimiento de una rutina de vida adecuada, se deberían recomendar alimentos fortificados con vitamina D o prescribir un complemento del mismo. Este último extremo con la debida precaución, pues al tratarse de una vitamina liposoluble es acumulable y su exceso podría crear problemas de toxicidad.

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Contracciones de parto, contracciones de Braxton Hicks y aumentos de tono uterino. ¿Qué son?, ¿cómo identificarlas?, ¿cuando son normales y cuando dejan de serlo?

Cualquier usuario en el mundo
Editado por Antonio Penalva Lozano, lunes, 13 de febrero de 2017, 18:46

Una pregunta constante en los cursos de preparación al parto que realizo (tanto en los presenciales como en los online) y que preocupa a todas las embarazadas que lo están por primera vez es ¿cómo son las contracciones de un parto?, ¿sabré identificarlas llegado el momento?

Así que para ayudaros a aclarar vuestras dudas voy a intentar describir como se definen las contracciones, en definitiva, como las vivís vosotras para que, llegado el momento, las podáis identificar, además de detallar lo que es normal y lo que no lo es, respecto a las contracciones.

El útero, órgano que esta conteniendo a vuestro hijo, es una víscera muscular hueca. Hueca para contener el producto de la gestación y muscular para actuar como "motor" durante el parto. Al ser un musculo tiene capacidad de contracción y estas contracciones  son las que van a hacer que feto sea expulsado al exterior.

La contracción uterina se vivencia como la sensación de que todo el útero se pone muy duro entre 20 y 60 segundos. Dicho lo anterior, debemos de matizar cada uno de los conceptos utilizados:

-"Todo el útero": no es una parte, no es que el niño/a "meta un codo" o "saque un pie". Para definirlo como una contracción tiene que ser el conjunto uterino, desde el pubis al fondo uterino y desde su extremo derecho al izquierdo.

-"Muy duro": no se trata de un hallazgo casual, no es que la embarazada toque su abdomen y lo note duro. Es una sensación interna, intraabdominal y altamente llamativa. Tan llamativa que si la madre está dormida posiblemente la despertara o, si esta ajena a su embarazo, desarrollando la actividad cotidiana, por ejemplo la actividad laboral, va a tener que abandonar lo que estaba realizando para centrar todos sus sentidos en lo que acontece en su abdomen.

-"Entre 20 y 60 segundos", nunca menos y nunca más, para que sea una contracción la sensación de abdomen muy tenso a de durar más de 20 segundos y menos de 60. Si se trata de una contracción, como mucho al cabo de 60 segundos el abdomen se ha normalizado, la sensación ha desaparecido. Si la sensación de abdomen tenso durara mucho más, lo que sea, media hora, una hora, dos horas, de modo continuo, esta situación no es una contracción. Esta circunstancia, en obstetricia, se define como incremento del tono uterino. Los incrementos de tono uterino no suelen tener más importancia y los matizare más adelante en este mismo post.

Pues bien señoras, esto es una contracción. Además las contracciones podrían doler o no doler y si duelen podría doler la zona baja del abdomen, la zona alta, todo el útero o, lo que es muy frecuente, la zona lumbar. Como  podéis ver por lo descrito, la contracción puede doler o no y si duele, el dolor es errático, es variable en su localización. La presencia o ausencia de dolor durante la contracción depende de la intensidad de la misma y del umbral al dolor que tenga la madre. Por lo tanto no debemos de fundamentarnos en la presencia o ausencia de dolor para definir la presencia o ausencia de contracciones. Duela o no, y si duele igual da donde, si todo el útero se pone muy duro entre 20 y 60 segundos, es una contracción y la contabilizamos como tal.

También hay embarazadas que a la vez que tienen una contracción viven otros síntomas asociados a la misma. Por ejemplo, hay embarazadas que a la vez que tienen una contracción sufren palpitaciones, madres que a la vez que su útero contrae tienen sensación de calor o de sofoco, incluso embarazadas que a la vez que su útero se contrae viven sensación de disnea (falta de aire). ¿Porque estos síntomas a veces (a veces que no siempre) se asocian a las contracciones uterinas?, la respuesta a esta pregunta es la siguiente:  el útero se comporta como una gran esponja, al igual que al salir de la ducha, si apretamos con la mano la esponja que hemos utilizado vuelca toda el agua que contiene; el útero de una embarazada contiene aproximadamente un litro de sangre, cuando el útero se contrae, vuelca súbitamente ese litro de sangre al sistema cardio-vascular y el incremento súbito de sangre circulando en la embarazada puede producir los síntomas que hemos descrito. Pero insisto en ello, duela o no y si duele igual da donde, palpitaciones o no, calor o no, disnea o no, si todo el útero se pone muy duro  entre 20 y 60 segundos la madre está viviendo una contracción.

Una vez descritas las contracciones, debemos de estudiar sus tipos y cuando son normales o cuando dejan de serlo.  En este sentido, en primer lugar debemos de diferenciar entre las contracciones de Braxton Hicks, las contracciones de un parto y los incrementos de tono uterino.

  • Contracciones de Braxton Hicks:

Toda mujer embarazada, desde la semana 20-22 tiene contracciones, son las llamadas contracciones de Braxton Hicks. Ahora es cuando muchas embarazadas estaréis pensando "yo no las tengo". Si que las tenéis, lo que ocurre es que las contracciones de Braxton Hicks (a diferencia de las de parto) son arrítmicas (por ejemplo: esta tarde 3, esta noche 1, mañana por la mañana ninguna, por la tarde salís a caminar una hora y durante la deambulación tenéis 4 pero dejáis de caminar y se detienen.........) y además son muy débiles, tan débiles que muchas mujeres no las perciben, pero están ahí, presentes, ejerciendo su función. En definitiva, es normal notar las contracciones de Braxton Hicks, pero también es totalmente normal no percibirlas y ello no significa que no se tengan.

¿Cuando dejan de ser normales las contracciones de Braxton Hicks para convertirse en patológicas?: cuando dejan de ser arrítmicas para convertirse en rítmicas y todavía se está en el periodo pretérmino de la gestación, es decir, por debajo de semana 37 de embarazo. Dejan de ser normales pues al convertirse en rítmicas en una gestación pretérmino se está incurriendo en un riesgo de parto prematuro.

¿Que entendemos por contracciones rítmicas si estamos por debajo de la semana 37 de gestación?

Se puede entender por rítmico al menos 6 contracciones en menos de una hora, eso sí, duelan o no duelan. Como ya sabemos, si todo el útero se pone duro entre 20 y 60 segundos y esto ocurre de modo rítmico 6 o más veces en menos de una hora, estando todavía en el periodo pretérmino del embarazo, la gestante debe de acudir al hospital para evaluar un posible riesgo de parto pretérmino y debe de ir al hospital de modo inmediato, sin demoras, con los síntomas, para poder valorar correctamente la situación. Eso sí, como hemos dicho se puede entender por rítmico 6 o más contracciones en menos de una hora, una contracción cada 20, 25 o 30 minutos no es nada, simplemente son las contracciones de Braxton Hicks.

  • Contracciones de parto:

Podemos definir como actividad uterina de parto cuando se dan al menos 2 contracciones cada 10 minutos y esa situación se mantiene en el tiempo, sin errores, al menos, durante una hora, siempre y cuando se tenga cumplida la semana 37 de gestación; es decir, con una gestación que ya ha llegado a su término. Hemos dicho 2 o más contracciones cada 10 minutos, por supuesto si fueran 3, 4 o 5 cada 10 minutos mejor, pero la actividad uterina mínima para indicar que el trabajo de parto se está iniciando debe de ser, al menos 2 cada 10´.

¿Eso quiere decir que ya estoy de parto?: No, para considerar que se ha iniciado ya el trabajo activo de parto, además de la actividad uterina descrita se ha de cumplir un segundo requisito que es tener un cuello uterino borrado, centrado, blando y, al menos, 3 centímetros de dilatación. Por muchas contracciones que se tengan, hasta que no se alcancen los 3 cm de dilatación no se considera a la madre en parto activo. La circunstancia por la cual la embarazada ya tiene contracciones de parto pero todavía no está de parto activo por tener menos de 3 cm de dilatación se le conoce como pródromos de parto o fase latente del parto.

El cuello uterino también llamado cérvix, es la parte más baja del útero y es la parte del útero que dilata, o dicho de otro modo, que abre para que el bebé pueda transitar el canal pélvico y nacer.

Hemos dicho que con 2 contracciones cada 10 minutos se puede considerar que la madre ya tiene una actividad uterina de parto, pero en pleno trabajo de parto se suelen tener entre 2 y 5 contracciones cada 10 minutos, con una duración media de 60 segundos cada una y una intensidad media (medida en columna de mercurio) de 80 mm.

En un apartado anterior decíamos que las contracciones uterinas podrían doler o no doler; sin embargo, cuando ya son de parto franco, la potencia de las contracciones ya suele ser lo suficientemente intensa como para que la contracciones lleguen a ser dolorosas, lógicamente cada mujer vivencia la sensación dolorosa en función de su umbral para el dolor y de otros factores personales.

  • Incrementos del tono uterino.

Otra circunstancia muy común, que crea cierta ansiedad a la mujer embarazada y que suele confundirse con contracciones son los incrementos del tono uterino. Como ya sabemos el útero es un músculo y ante determinadas situaciones como son la actividad física, los movimientos fetales, o simplemente, de modo espontaneo, puede incrementar su tono muscular lo que la madre percibe como “barriga dura”. Suele ser un “sistema de estabilización” totalmente fisiológico. Por ejemplo, cuando la gestante camina el útero se balancea ligeramente a derecha e izquierda con cada paso, al incrementar su tono muscular el útero tiende a estabilizarse.

La forma de diferenciar si se trata de un simple incremento de tono sin ninguna importancia o de contracciones que tampoco tendrían importancia a no ser que se dieran de modo rítmico, es su duración. Si la sensación de abdomen tenso dura menos de un minuto se trata de una contracción y se prolonga durante un largo periodo de tiempo de modo ininterrumpido (por ejemplo una o dos horas), sería un incremento de tono.

Espero haberos ayudado y, por favor, dejarme vuestro comentarios.

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Diabetes gestacional, ¿qué es?, cual es su tratamiento?, ¿qué riesgos tiene?

Cualquier usuario en el mundo
Editado por Antonio Penalva Lozano, lunes, 5 de septiembre de 2016, 14:11

La diabetes gestacional es una alteración del metabolismo de la glucosa que "nace" con el embarazo y "muere" con el embarazo (a veces se podría prolongar durante la lactancia).

La gestación es una situación diabetógena pues aparecen hormonas que compiten con la insulina como por ejemplo el  lactógeno placentario. En condiciones normales el organismo materno se adapta bien a esta situación, pero en ocasiones se ve desbordado apareciendo la diabetes gestacional.

La diabetes del embarazo se diagnostica mediante una prueba denominada "curva de glucosa en la embarazada" y que consiste en dar una sobrecarga de 100 gr. de glucosa y realizar extracciones sanguíneas a los 60, 120 y 180 minutos de la ingesta, valorando de ese modo  como metaboliza la embarazada su glucosa. Las cifras normales de la curva son:

- A los 60 minutos < de 190 mg/dl

- A los 120 minutos < de 165 mg/dl

- A los 180 minutos < de 145 mg/dl

Para establecerse el diagnostico de diabetes gestacional deben de estar alterados al menos 2 de los tres parámetros. Si solo estuviera alterado uno de los tres se catalogaría como curva intolerante y convendría repetir la prueba unas semanas después para ver si a evolucionado hacia una diabetes.

Habitualmente, antes de realizar la curva se glucosa, se realiza otra prueba llamada  Test de O' Sullivan y que consiste en una sobrecarga con 50 gr de glucosa oral con extracción sanguínea a los 60 minutos. Para considerarse normal el resultado tiene que estar por debajo de 140 mg/dl. El test de O 'Sullivan es una prueba muy sensible pero, al tiempo, muy poco especifica. Esto quiere decir que todos los casos con diabetes van dar positivo en la prueba, pero no todos los positivos van a tener una diabetes gestacional. Por eso a aquellas embarazadas que dan positivo en esta prueba se les realiza la curva de glucemia para confirmar el diagnostico.

El test de O' Sullivan se realiza entre las semanas 24 y 28 de embarazo si no existen factores de riesgo. Sin embargo, si existieran factores de riesgo se practicaría en las semanas 12, entre 24 y 28 y posteriormente en la semana 32 si ninguna de las anteriores a dado positivo.

Factores de riesgo para desarrollar una diabetes gestacional:

-Haber tenido hijos macroscópicos (peso > de 4 kg al nacimiento)en gestaciones anteriores.

-Antecedentes de diabetes tipo 2 en familiares de primer grado.

-Que la propia madre pesara más de 4 kilos al nacer.

-Diabetes gestacional en gestaciones anteriores.

-Malos antecedentes obstétricos.

-Edad materna igual o mayor de 35 años.

-Test de O` Sullivan positivo.

- Diagnóstico de intolerancia a la glucosa.

-Sobrepeso u obesidad materna

Lógicamente, si la madre ya dio positivo en una ocasión durante este embarazo al test de O´ Sullivan pero no llego a confirmarse el diagnostico por tener una curva de glucosa normal, el resto de veces que se revalúe la situación se hará directamente con la curva, evitando repetir el test de O 'Sullivan.

Para realizar el Test de O 'Sullivan no es necesario ir en ayuno.

El tratamiento de la diabetes gestacional pasa por tres pilares:

1.- Dieta variada y equilibrada, con frecuentes comidas al día pero de escasa cantidad. Un error típico en el tratamiento dietético de la diabetes gestacional es suprimir todos los carbohidratos. No, se han de suspender los azucares (carbohidratos de cadena corta) pero debemos de mantener los carbohidratos complejos (cadena larga), preferiblemente integrales. Este tipo de carbohidratos deben estar presentes en todas las ingestas de la embarazada, tengamos presente que la única fuente energética fetal es la glucosa. La dieta que describimos en nuestro curso de preparación al parto online (para información click aquí)es perfectamente válida para el correcto tratamiento de la diabetes gestacional.

2.- Ejercicio aeróbico con intensidad de leve a moderada y practicado a diario. Lo ideal sería caminar a buen ritmo entre 20 y 30 minutos después de las tres comidas principales.

3.- Insulinización: este tercer pilar del tratamiento se utiliza solo en aquellos casos en los que con la dieta y el ejercicio no se ha conseguido contralar los niveles de glucosa en sangre.

Los objetivos del tratamiento son conseguir niveles de glucosa en sangre por debajo de 140 mg/dl a la hora de haber iniciado la ingesta de alimentos, o bien, estar por debajo de 120 mg/dl a las dos horas, además de evitar la hipoglucemia en ayuno. Tengamos presente que la diabetes gestacional se caracteriza por la tendencia a subir los niveles de glucosa de modo desmesurado después de las comidas pero también por las hipoglucemias durante los periodos de ayuno prolongados como son los ayunos nocturnos. Tengamos también presente que "tan malo es estar arriba, como estar abajo".

Una diabetes gestacional correctamente controlada no suele tener repercusiones negativas sobre el embarazo, pero mal controlada, incrementa sustancialmente el riesgo de infecciones de orina y vulvo-vaginales en la madre, fetos macrosómicos, polihidramnios, rotura prematura de membranas, parto prematuro, cesáreas, hipoglucemia neonatal  y de muerte perinatal . Por lo tanto, quiero insistir en el consejo de acudir a todos los controles y pruebas pautados por vuestro ginecólogo y/o matrona y, en caso de diagnostico de diabetes gestacional, seguir estrictamente el tratamiento que se paute.

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