Hola Antonio!

La prueba que le realizaron a las heces de Candela era una bioquímica especial que medía "azúcares reductores", y, el resultado (como ya te comenté) mostraba "indicios" de poder presentar una intolerancia a la lactosa.

Ante este resultado finalmente optamos por visitar  la consulta privada de la Dra. Juste (por acelerar, pues también atiende en la pública) para confirmar o descartar este diagnóstico y en base a eso actuar.

Descartó directamente que la niña pudiera tener intolerancia a la lactosa; efectivamente como enfermedad es poco frecuente y de bastante gravedad; si bien, explicaba los resultados con una sí cierta intolerancia a la lactosa de tipo fisiológico, vamos, que no puede absorver tanta lactosa como contiene mi leche, pero esto es algo que se irá solucionando conforme la niña madure. En ningún caso esto justificaba que dejara de darle el pecho, si hubiese sido de biberón se podría optar por darle una leche con menos lactosa (tampoco sin lactosa, pues sino al parecer evitamos esa maduración) para mejorar sus síntomas, pero al ser de pecho lo dejamos como está.

Explicándole como estaba Candela y sus llantos, ella tenía otra hipótesis, pensando que tenía reflujo (aunque nunca vomite) y que la subida de ácidos le podían producir también irritabilidad. comentaba que quizá no vomitaba porque mama muchas veces poca cantidad, y que para confirmar el diagnóstico le espaciara las tomas a cada tres o cuatro horas. A mí esta medida me parece un poco contraproducente y a la vez, paradójica, pues, si parece presentar menos síntomas por esta forma de mamar, por qué cambiarla?; en cualquier caso, ella misma va regulándose y poco a poco espacia más sus tomas,y, aún así sigue sin vomitar. Con todo esto, nos recetó un antiácido "urbal" para que le diéramos un mililitro antes de cada toma.

Le estamos dando el urbal, y, en general, aunque sigue siendo una niña que llora mucho, la tendencia es a ir a mejor; yo creo que también porque el tiempo pasa y  va madurando en todos los aspectos. También es cierto, que su llanto ha cambiado, es como más relacional y menos de que le duele algo.

Te agradezco muchísimo que me atendieras cuando te llamé, pues en ese momento estaba muy confundida y angustiada con la posibilidad de dejar de darle pecho, quería aliviarla a corto plazo pero por otra parte no quería abandonar la lactancia materna. Me alegro de no haberlo hecho. Agradezco tu orientación y creo que Candela también (vista la devoción que le tiene a la teta).

Un abrazo.

Vero.