Es un tema con el que, de veras, me quedo sin palabras. Se me pone todo el vello de punta y lloro sin consuelo cuando me lo planteo o veo alguna noticia de este tipo. Así que me comporto como los burros (soy sincera, aunque suene egoísta): me obligo a ponerme esas "orejeras" que impiden ver alrededor y sólo miro lo que tengo delante: mi pequeño y su felicidad.
Una de las "buenas " cosas que nos ofrece esta sociedad en la que vivimos es la paternidad responsable. Nosotros así nos lo planteamos. Obviamente igual que todas vosotras. Estos pequeñines nos dan la mayor felicidad del mundo y, a la vez, la mayor de las responsabilidades y preocupaciones............ y es para toda la vida. Dios quiera (soy creyente) que mi hijo no se vea en ninguna de esas situaciones..... yo, al menos, lo intentaré con todas mis fuerzas, porque es lo más grande que tengo.
Siento haberme puesto tan trascendental, pero es un tema superior a mí.
Pepa